Wellness de la vulva 101

No recuerdo que alguien me enseñara sobre mi cuidado genital. El correcto, pues. ¿Ustedes sí? Creo que más bien sobre la marcha fui aprendiendo cosas, aunque,  tristemente no fueron las mejores opciones para mí vulva. Entre que rara vez lo hablamos abiertamente y la vergüenza nos impide hacer preguntas, provoca que  tomemos decisiones impulsivas, y algunas veces dañinas. Si tan sólo las paredes de nuestros baños hablaran. Con decirles que una vez me puse *Nair en el vello púbico, según yo sólo me quería depilar la línea del bikini, pero por alguna razón pensé que sería mejor quitarme todo y acabé quemándome (no tan grave afortunadamente) la piel. 

 

*Para las que no son noventeras que están leyendo esto, antes de que inventaran la depilación con láser, estaba de moda una crema depiladora rosa de nombre Nair. 

 

Cuando tenía 31 años fue que me diagnosticaron con Vulvodinia y disfunción de piso pélvico, y empecé a entender mejor sobre el funcionamiento de mis genitales. Ya estaba bastante madurita, pero bien dicen, más vale tarde que nunca. Por suerte recibí la información adecuada y me di cuenta de lo equivocada que estaba. El poder de la información logró liberarme de los constructos sociales que se dedican a mandar mensajes tóxicos alrededor de la vulva. 

 

Es importante pasar la batuta

Gracias a un ginecólogo muy querido - el primero que conocí en México (Monterrey) que reconoce la vulvodinia como una condición ginecológica - el doctor José Tirán Saucedo, me dijo: "lo primero que tienes que hacer es tirar a la basura el jabón íntimo que usas". No me gusta hablar mal de las marcas, pero creo que saben perfecto del jabón que estoy hablando. Prácticamente lo vemos en todas las regaderas.

 

No olvidemos que sólo porque se venden en farmacias y en supermercados, quiere decir que nuestras vulvas están a salvo. De hecho, no están nada seguras con este tipo de productos. ¿Alguna vez han escuchado el término en ingles fear mongering? Se refiere a una acción intencionada y con el justo propósito de despertar miedo sobre un tema en particular. La mayoría de las marcas y empresas de productos de salud íntima y menstrual se dedican a hacer eso. A mandarnos mensajes de pánico sobre nuestras vulvas. Información que viene de la ignorancia, de la falta de investigación y avalada por el sistema patriarcal. 

 

Ojo: si eres una persona que nunca ha tenido un problema con esos productos, no te confíes. Puede que ahorita no los tengas, pero las hormonas son traicioneras. Con la edad nuestros cuerpos cambian. Mejor evita usarlos desde ahorita y sigue estos consejos de los expertos que he tenido la fortuna de conocer. ¡Me cambiaron la vida!

 

1. Aleja los irritantes

No permitas que toquen tu vulva o el vestíbulo vaginal (la entrada de la vagina). Evita cualquier producto que contenga químicos: jabones, cremas, detergentes... 

 

Si tus productos contienen estos ingredientes, tíralos a la basura.

 

- Benzocaína 

- Alcohol

- Parabens

- Perfumes

- Glicol de propileno

 

Ojo: la mayoría de los productos de salud íntima, así como los remedios tópicos que se venden sin receta (óvulos y pomadas) los tienen. 

 

2. Recuerda que hasta el jabón más noble reseca la piel

Y, no necesita estar ahí. La vagina y el vestíbulo se limpian solos. Sólo necesitan agua. 

 

3. Usa ropa interior cómoda y de algodón 

Me tomó tiempo hacer el cambio. En mis veintes usaba tangas y vivía incomodísima. También me gustaba comprar calzones con encaje, de diferentes colores y sabores, de materiales como seda o satín... En mi mente creía que mi ropa interior tenía que ser sexy. Poco sabía que mi selección fue la razón de varias de las infecciones urinarias y/o vaginales que tuve. Después de varias, porque al parecer los humanos no aprendemos a la primera, entendí dos cosas: primero, el sexiness está en la mente y en la actitud. Segundo, la comodidad es la fuente de la felicidad. Que si se me marca el calzón, me vale. Que si mis calzones son blancos, plain y aburridos, me vale. Que si a mi pareja no le van a gustar, me vale, y quiero pensar que lo que importa es lo que está debajo del calzón, ¿estás de acuerdo? Nada ni nadie tiene poder sobre mi salud genital. 

 

Tip: si te vas a tardar en bañar después de hacer ejercicio, cámbiate de calzón inmediatamente, el sudor puede ser causa de irritación, comezón, y en ocasiones de infecciones.  

 

4. Si usas tampones, busca una marca que no contenga químicos y/o aromas añadidas

 

5. Duerme commando 

Libérate en la noche y duerme sin calzones. Es difícil, a mí todavía me cuesta trabajo adoptarlo porque soy demasiado friolenta, pero es importante dejar respirar a la vulva. La vagina es propensa a producir humedad durante la noche, y la ropa interior puede atrapar esa humedad, creando un ambiente ideal para las bacterias. 

 

6. Cuando vayas a nadar

Soy de la idea de que el mar lo cura todo, pero claro, la alberca se antoja siempre, lo malo es que el cloro no es aliado de nuestras vulvas. Aplica un poco de nuestro #VulvaBalm para crear una capa de protección contra el cloro de la alberca. 

 

Tip: también sirve si quieres tener sexo con penetración en el agua y así evitar infecciones. 

 

7. Usa sólo lubricantes naturales 

La primera que entré a una sex shop compré un lubricante sabor chocolate. Soy adicta al chocolate y pensé que podía ser una nueva y divertida experiencia sexual. Me equivoqué. Primera y última, por lo que mejor decidí usar el chocolate en otras partes de mi cuerpo y alejarlo de mi vagina. 

 

Reconozco que los lubricantes de sabores están en algunas wishlists de fantasías sexuales, sin embargo, suelen contener muchos ingredientes tóxicos para la vagina. Si tu lubricante contiene estos ingredientes, así como fragancias añadidas, tíralo a la basura. 

 

- Glicerína

- Parabens

- Benzocaína

- Nonoxynol -9

- Glicol de propileno 

- Gluconato de clorhexidina 

 

¿Por qué usar nuestro #VulvaBalm? 

 

Primero que nada porque es deli, pues es 100% natural y de origen orgánico. Libre de irritantes, químicos, hormonas, aromas, y crueldad animal. Una de nuestras ginecólogas favoritas, la doctora Cynthia Dickter, menciona que es un apapacho para la vulva. Y, segundo, ofrece una barrera contra todo lo externo que normalmente nos causa irritación y resequedad. Desde los cambios de clima, y el sudor, hasta el látex del condón y los cambios hormonales. 

 

Es Dra. recommended y tiene varios usos:

 

- Muchas mujeres en preparación de parto lo usan para hacer sus masajes perineales

- Algunas mujeres lo usan para insertar tampones o la copita menstrual

- Hombres también lo usan en los testículos cuando hay comezón y resequedad

- Se usa para aliviar rozaduras en otras partes del cuerpo

- Fisioterapeutas de piso pélvico lo usan para trabajar en sus pacientes 

 

También es un gran lubricante 

Lo único es que se recomienda NO usarlo con condones de látex, pues cualquier producto a base de aceite puede debilitar el condón. Por si no sabías, existen condones que no son de látex, están hechos de poliuretano, y no irritan en lo absoluto. Se han convertido en mis go-to condones de siempre. 

 

Espero que toda esta información te haya sido útil. Para mí ha sido revelador descubrir cómo ha mejorado mi salud íntima, menstrual y sexual a raíz de adoptar todos estos cambios. Me ha empoderado también sin duda. Antes era algo que escondía, y ahora me encanta poder compartir abiertamente lo importante que es poner este tema sobre la mesa, y así lograr acabar con el estigma que conlleva. Y de paso evitar tanta visita al ginecólogo. 

 

Con cariño,

Pame Clynes 

 

Esta publicación, así como todo el contenido en este espacio, es completamente informativo, es decir, no tiene la intención de sustituir atención médica. Este espacio no ofrece asesoramiento médico. Las acciones médicas son responsabilidad de cada quien.