5 cosas que debemos alejar de nuestras vulvas y vaginas
La microbiota vaginal está compuesta por un ecosistema de lactobacilos que viven en nuestras vaginas. Estos genios microorganismos son bacterias buenas que se encargan de proteger a la vagina y prevenir las infecciones que tanto odiamos.
El problema y la causa de infecciones vaginales y/o urinarias es cuando ciertas sustancias (como químicos) interrumpen la armonía natural de nuestra flora vaginal. La mayoría de los productos de higiene femenino contienen químicos, irritantes, fragancias añadidas... y se venden con la idea de que nuestras vulvas tienen que estar limpias, frescas y oler a vainilla.
Por otro lado, en la era digital en la que vivimos, nos resulta mucho más fácil automedicarnos y probar remedios caseros, pero la probabilidad de encontrarnos con malos consejos en internet es altísima.
¡Alejémonos de estos cinco productos!
1. Duchas vaginales, jabones y/o wipes
Las duchas pueden ser muy dañinas para la salud vaginal, pues pueden cambiar el balance necesario de la flora vaginal. Se puede presenciar un desequilibrio en la acidez natural de la vagina que la mantiene sana y feliz. El olor natural de la vulva es algo que tenemos que dejar de enmascarar. Nos presionan demasiado por tener una vulva "perfecta".
Lo hemos platicado varias veces, pero la vulva se enjuaga sólo con agua.
2. Aceites esenciales
Por más que Gwyneth Paltrow lo haga y nos encante el olor, los aceites esenciales no deben estar nada cerca de nuestra vulva, y menos introducirse en la vagina. ¡Es la peor idea! Estos pueden quemar la piel e irritar la mucosa vaginal. Todo aceite esencial debe estar diluido antes de tener contacto con nuestra piel, aún así, introducirlos a la vagina puede ser peligrosísimo. Evita acabar en el hospital.
Nuestro #VulvaBalm no contiene aceites esenciales.
3. Perfumes y desodorantes
La vagina es self-cleaning y no necesita que matemos las bacterias buenas que la protegen para oler a perfume.
4. Cremas depilatorias
Otro producto que contiene muchos químicos que irritan la zona, la pueden llegar a inflamar, lo que propicia dolor así como a contraer infecciones. El vello púbico no es algo que nos deba dar vergüenza. Está ahí por una razón. Tenerlo no significa que nuestras vulvas están sucias. Esa narrativa viene del sistema patriarcal de apoderarse del cuerpo de la mujer.
No existe ningún estudio, ni hay data, que indique que depilarse el vello púbico es sinónimo de limpieza y salud.
5. Yogurt
Poner yogurt en un tampón y luego introducirlo en la vagina es más común de lo que se cree. Sí, como lo menciono arriba, los lactobacilos son buenísimos para la vagina, pero los lactobacilos del yogurt no son de la misma cepa que mantiene a nuestra vagina sana. Esto es un gran mito, y el que le haya funcionando a una persona, no significa que le funcione a todas. Nada de esto está científicamente comprobado.
Tratemos nuestras vulvas como la prioridad que se merecen. Ir al ginecólogo siempre es la mejor opción.